Toma una galleta

tomaunagalleta-introDesde la más tierna infancia hay una idea que se graba a fuego en la memoria de cada ser humano: toda acción tiene una consecuencia. Y, generalmente, esa consecuencia tiene una cierta relación con la acción cometida. Esto implica dos aspectos importantísimos. Primero, que debemos tener sumo cuidado con lo que hacemos, puesto que aunque no sea nuestra intención, nuestros actos pueden desembocar en algo muy desagradable; y segundo, que si somos inteligentes y sagaces (o, desde otro punto de vista, mansos y obedientes) podemos inducir las consecuencias deseadas. Esta tercera ley de Newton aplicada al plano psicológico se pone muy de manifiesto en el mundillo videojueguil. Las acciones cometidas por el jugador deben tener consecuencias, y en efecto, el jugador debe aprender cómo provocar los resultados apetecibles. Con el paso de los años, a los jugadores, tanto veteranos como noveles, también se nos ha grabado a fuego una serie de aspectos que ya hemos tomado como parte de la idiosincrasia del mundillo. Sin quererlo, ya somos capaces de adivinar muchas de las consecuencias que tendrán nuestras proezas o nuestras torpezas. Quizás hasta el punto de sentirnos como ratas de laboratorio, superando un intrincado laberinto sólo por seguir los dictados de un instinto que nos grita que al final del todo se encuentra la recompensa.

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